sábado, 22 de junio de 2013

El nuevo Mac Pro


En la pasada keynote, Apple anunció casi de pasada un producto que a mí personalmente me pareció muchísimo más relevante. En un momento en que la opinión pública, integrada por muchos profesionales criticaba la atención que Apple estaba prestando a su software y hardware profesional, Apple anunció un nuevo Mac Pro.

Este nuevo modelo no ha dejado indiferente a nadie. Las opiniones, como suele ocurrir con los productos de Apple, se han polarizado. O te encanta, o lo detestas. Y no es para menos. Han convertido la monolítica torre anterior, la han hecho mucho más potente y la han metido en una nueva caja seis veces más pequeña.

Ahora el Mac Pro ya no tiene doble procesador. Recordemos que los ordenadores profesionales de sobremesa de Apple siempre habían ofrecido una configuración con doble procesador, desde que el PowerMac G4 Gigabit Ethernet fuese presentado en el 2000 bajo el lema "Two brains are better than one" (Dos cerebros son mejor que uno). Y aunque ahora sólo tiene un procesador, sigue teniendo la misma cantidad de núcleos. Si antes tenía 6 núcleos en dos procesadores, en el modelo más potente de la gama, ahora tiene 12 núcleos en un único procesador, que, además, resulta ser más potente que la anterior configuración.

Pero no acaba ahí la cosa. Ahora que empiezan a surgir tecnologías para utilizar las GPU en combinación con la CPU, Apple ha presentado el primer Mac Pro con doble tarjeta gráfica. Y no cualquiera: dos AMD FirePro con hasta 6GB de memoria gráfica.

No acaban ahí los cambios: ahora no hay bahías de disco duro internas, sólo un pequeño slot para un SSD conectado a través de PCIe, lo que permite alcanzar velocidades de hasta 1250MB/s, algo impensable con los SSD conectados por SATA, que alcanzan un máximo teórico (menor en la práctica) de 600MB/s.

Más tras el salto:




Para refrigerar semejante bestia, en Apple han optado por un disipador central gigante, triangular, en el que cada una de sus caras refrigera un componente diferente: una cara a una gráfica, la otra cara a la otra tarjeta gráfica y la última para el procesador. El gigante disipador central ocupa gran parte del interior del ordenador, y utiliza la convección junto con un único ventilador, en la parte superior, para refrigerarlo.
Quizá a algunos os suene esto ya de antes. Es probable que ya hayáis oído estas características antes. Y eso es, porque, efectivamente, Apple lanzó hace nada más y nada menos que trece años un ordenador similar en muchos aspectos. Un ordenador con la potencia de las gigantescas torres en un cubo de ocho pulgadas suspendido en una carcasa de metacrilato. Había nacido el G4 Cube.


En su momento, el Cube no tuvo la acogida que todos esperaban, aunque tampoco fracasó, pues consiguió una comunidad de usuarios tremendamente interesados en él que aún hoy, más de una década después, no han cesado en su intento de continuar ampliándolo y haciéndolo más rápido, algo que pocos ordenadores han conseguido.

Quizás simplemente no era el momento indicado. Pero quizás sigue sin serlo. Realmente es una apuesta muy arriesgada. Ahora toda capacidad de expansión se limita, si es que se le puede llamar así, a seis puertos Thunderbolt a 20Gbps cada uno, cuatro USB 3.0 y dos puertos Ethernet Gigabit. Ahora, para conectar muchos accesorios necesarios para los sectores profesionales, será necesario utilizar un cable Thunderbolt en vez de conectarlos a través de PCIe.

Con todo, hasta final de año no saldrá para el público general (sólo unos pocos elegidos por Apple han podido probarlo). Hasta entonces, aún es pronto para saber si será un éxito o un fracaso. Lo que está claro es que al igual que hizo en su momento con el Cube o hace apenas unos meses con el MacBook Pro Retina, Apple ha creado una maravilla de la ingeniería. Conseguir colocar todos esos componentes juntos en un espacio tan reducido y refrigerándolos correctamente, comprende una dificultad técnica inimaginable. Estamos hablando de lo que antes era una enorme torre de aluminio de más de 20kg de peso, y que ahora es un pequeño cilindro negro que no llega a los treinta centímetros de altura, con un tamaño menor a prácticamente cualquier torre de PC actual.

Sobre el precio, aún no han dicho nada, aunque es de esperar que sea notablemente más caro que el Mac Pro básico anterior, pues es también mucho más potente.

Más información: Mac Pro


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